Pocas cosas hay más excitantes e intensas que una tormenta de verano.
Son fuertes y poderosas, los cielos desatan su furia y caen con toda su potencia sobre las cabezas de los pequeños e indefensos habitantes de este maravilloso, redondo y azul planeta.
Se estremecen nuestros corazones ante tanta belleza y terror; si las brujas y los monstruos existen, cabalgan sobre las henchidas y negras nubes.
Constatamos una vez más, que aunque nos imaginemos dueños y señores del planeta, hay fuerzas que de vez en cuando nos recuerdan quién reina, dispone y manda aquí.
Les fotos són guapíssimas, m’ han encantat!!
Moltes gràcies Sergi, segur que aquesta tempesta us va agafar a prop!